El óxido de etileno es un agente esterilizante muy eficaz. Es bactericida, esporicida y viricida; posee un coeficiente de difusión muy favorable y puede utilizarse para material termosensible o muy delicado.

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En la actualidad, la esterilización por óxido de etileno dentro de la industria farmacéutica en general ha visto restringida su utilización dado el riesgo que supone su elevado poder mutagénico y cancerígeno. Dentro del campo de las GMP se especifica que este tipo de esterilización sólo deberá ser empleado cuando no pueda utilizarse otro sistema de esterilización.

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No obstante, las ventajas de la esterilización por óxido de etileno siguen siendo superiores a las de cualquier otro sistema en la industria de productos hospitalarios de un solo uso. Las principales compañías productoras de este sector siguen confiando en el óxido de etileno para la esterilización terminal de jeringas, sondas, catéteres, marcapasos, etc.

El complejo diseño de este tipo de productos hospitalarios hace que uno de los aspectos más críticos sea la penetrabilidad del agente esterilizante. Es en este terreno donde el óxido de etileno se muestra muy superior a las alternativas planteadas: peróxido de hidrógeno, ácido peracético, etc.